sábado, 5 de mayo de 2007

Emprendiendo la aventura nuevamente




Soy necia, tengo casi 6 años de conocerlo y más o menos puedo saber la forma en la que se va a comportar, con esto no quiero decir que él sea una persona predecible, pero la historia más cercana lleva 8 meses y desde el primero todo se repite:

1. Nos vemos una vez al mes.

2. Durante la primer semana posterior a la que lo vi, lo extraño desorbitadamente y pienso que es posible una verdadera relación entre él y yo. En este momento es también cuando planeo las palabras que le diré la próxima vez que lo vea para plantearle que lo quiero (con amor, evidentemente)

3. Segunda semana. Lo sigo extrañando, pero me molesta no recibir noticias suyas, me cae mal.

4. Tercer semana. Lo detesto porque no se nada de él, sigo extrañándolo, pero también pienso fríamente en la situación y llego a la conclusión de que las cosas no van a cambiar a la forma en la que yo las quiero porque él no tiene interés.

5. Cuarta semana. He tomado la decisión de terminar esa relación, no puede ser más, sólo me tortura.

6. Quinta semana. Me llama por teléfono, dice cosas poco convincentes pero atinadamente prácticas. Corro a su encuentro. Cuando estoy con él no puedo decirle lo que siento, se nubla mi mente y mi corazón corre a la velocidad de un maratonista, cierro los ojos y permito que me transporte hacia él.

3 comentarios:

A.V. dijo...

Que aburrido es tu blog.

Ya actualízalo, no?

AntropoTats Tovarich dijo...

estoy de práctica de campo en Tixmadeje, espero volver con el chakra de la creatividad abierto.

Anónimo dijo...

estás enfeeermaaa....