jueves, 26 de abril de 2007

Sobre los abrazos maliciosos


Hoy un conocido al saludarme me mantuvo entre sus brazos durante un largo tiempo, aproximadamente 5 minutos (tal vez menos, pero no lo se). Al poco tiempo que comenzó me sentí muy incómoda, pero no podía separarme porque las palabras no salían de mi boca, mi cuerpo se quedó petrificado y no podía mover los brazos para separarlo. Por algunos instantes pensé que tal vez él había muerto y que esa era la razón por la cual no se separaba, después sentí su respiración. Luego pensé que tal vez la muerta era yo y que había una pequeña fracción de segundos que pasaban para que dejara por completo la vida, pero me di cuenta que eso tampoco era real pues podía ver e identificar a la gente que estaba a mi alrededor.

Sus brazos no me apretaban tanto como para retenerme ahí, mis brazos ya no estaban sobre su espalda, habían caído, pero aún así no podía mover ningún músculo del cuerpo. Cuando las cosas volvieron a la normalidad pude mover el pie derecho para patearlo, separarlo de mi, lo miré enojada y me fui corriendo. Me invadió un fuerte sentimiento de tristeza y depresión, que sólo se quitó cuando llegué a casa y me bañé.

Tal vez estoy alucinando pero creo que su abrazo estuvo lleno de malicia y perversión, la sensación que me causó fue fatal.

Se que nunca más volveré a hablarle, inclusive pensar en él y en lo ocurrido me causa repulsión.

2 comentarios:

Anónimo dijo...

las miradas lascivas de algunos hombres provocan eso mismo, molesta de sobremanera y esa es la palabra, “repulsión”..
(acabo de encontrar este blog y me gustó mucho leerte.)
Saludos de una “desconocida”.
M.

Anónimo dijo...

oh...pero no me digas que no lo disfrutaste...disfrutaste mientras te tocaba..perra!