El viernes platicando con un amigo y teniendo como escenario la noche y una caja de caguamas Indio que él había comprado una semana antes para hacer en su casa una parrillada, hablabamos acerca de todo y nada. Me preguntaba sobre el estado de mi actual relación de "amor" (la cual en verdad es casi inexistente) y sobre si estaba dispuesta a volver a enamorarme. Honestamente, es algo que tiene más de 6 años que no hago, creo que he perdido la práctica y que mi lado del cerebro que se encarga de esas cuestiones está atrofiado. Pero no se si lo que pasa es que, o tengo en mi mente un "tipo ideal" que todavía no ha aparecido en la realidad y que tal vez nunca aparezca, que siempre elijo al hombre equivocado, o que tal vez ahora entiendo la dinámica de las relaciones sociales y la unilateralidad que encierran y es por eso que desconfío de la existencia del amor equilibrado, del amor objetiva y subjetivamente bilateral, del amor entendido como una práctica y ejercicio mutuo.
La relación que tengo actualmente no se reúne más que para alimentarse de concupiscencia. He de confesar que sí, estoy deseosa de compartir más que eso, de recordar lo que significa la monotonía de doblarse de risa, de emprender un viaje de fin de semana hacia cualquier lugar sin rumbo establecido, guardando en la cajuela del auto dos bolsas de dormir, una mochila con pasta y cepillo de dientes, desodorante y sobre todo la certidumbre de la tranquilidad permanente ocasionada por dormir abrazada del hombre al que en ese momento y durante varios años o tal vez el resto de la vida pueda amar.
..."No es la necesidad, sino la casualidad la que está llena de encantos. Si el amor ha de ser inolvidable, las casualidades deben de volar hacia él desde el primer momento"...
- ¿Cuál es tu color favorito?-
- verde-
- Que casualidad, también es el mío-